Me encantan las muñecas peruanas esas que son de trapo con el vestido tipico de las cholas y que pueden comprarse por unos soles en cualquier calle de Cuzco, en unos de mis viajes a Peru compre una para mi sobrina con un hermoso vestido de colores llamativos, lamentablemente Agustina cuando recibió su regalo comenzó a llorar porque en su mundo infantil solo había lugar para una blonda y llamativa Barbie y no podía concebir recibir una muñeca morocha y con un bebe en la espalda. La muñeca quedó olvidada en un rincón hasta su cumpleaños, donde la descubrieron sus amigas y fue furor por lo exoctico y por lo colorido del vestido. Pasaron unos cuantos años de esta anecdota por suerte Agustina es mas grande y aprendió que existe un mundo mas diverso y rico y que una muñeca morocha acunando a su bebe es mucho mas tierna que la blonda Barbie.
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